Las y los jóvenes universitarios son piezas fundamentales para el mejoramiento de nuestras sociedades, no solamente por el impacto que tienen sus voces en los fenómenos actuales y su participación activa para ejercer sus derechos. En la actualidad, las juventudes cumplen su papel en las universidades, pues son las aulas el lugar donde se forman los profesionales de nuestro país.
Es, sin duda, la vida universitaria ese tiempo de 5 años en el que los jóvenes se especializan en sus carreras, forman vínculos afectivos y construyen un pensamiento crítico de lo que sucede a su alrededor. Y todo es sumamente bueno para el desarrollo de las ciudades, pero muchas veces olvidan llevar un estilo de vida sostenible dentro de los salones, inundados por actividades académicas al igual que tareas, los universitarios hacen a un lado la responsabilidad de hacer un uso correcto de los recursos naturales y materiales, al tiempo de garantizar la permanencia y desarrollo de las universidades.
Suena muy fácil poder desarrollar un estilo de vida sostenible, pero en repetidas ocasiones existen inconvenientes que no ayudan a realizar pequeñas acciones a favor del cuidado de nuestro planeta. Tener claro que acciones mínimas pueden generar grandes cambios, es la antesala que todos necesitan para hacer alteraciones en los hábitos de nuestra vida diaria.
Pero ¿cómo hacerlo dentro de las aulas? La respuesta a la pregunta se debe de centrar en la participación de tres actores esenciales para su realización. Debemos iniciar con las y los maestros, pues son encargados de transmitir y generar el conocimiento en sus alumnos, más allá de hacer repeticiones de libros se deben de crear espacios de diálogos donde la Sostenibilidad, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los Derechos Humanos sean parte aguas para crear un sentido de comunidad a nivel internacional, con miras a recordar que los problemas que atañen a todo el mundo también forman parte de nuestras ciudades. Por otro lado pero igual de importante, los alumnos son la fuerza al igual que la energía que forman la base de las universidades, sus ideas revolucionan a los países y asimismo otorgan el sentido de identidad, ya que ellos son la razón de ser de las universidades. Son actores que contribuyen a la mejora de la calidad académica, pues son quienes añaden el sentido de diálogo y participación ciudadana. Y por último, las autoridades universitarias son las responsables de escuchar a las diferentes colectividades dentro sus universidades, pues cada una de ellas aporta al crecimiento y abonanza el incremento de proyectos e iniciativas a favor de su alumnado y ciudades. Deben de velar por el bienestar de sus estudiantes, pero también de los recursos con los que cuentan, sin comprometer su subsistencia para el futuro.
Hacer sinergias con los actores mencionados anteriormente, es la respuesta para que se logre con la ayuda de todos un estilo de vida sostenible en la comunidad universitaria. Es una tarea difícil que necesita que todos desaprendan y vuelvan a cuestionarse si sus proyectos y planes institucionales realmente están siendo amigables con nuestro planeta. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son una guía para contribuir de manera eficaz a lograr que podamos vivir de una manera más responsable dentro de las aulas, a través de alianzas con diversos entes encaminados a mejorar y proporcionar las herramientas para crear o diversificar la sostenibilidad en las universidades.
Es por eso que el desafío de las universidades para lograr estos objetivos, necesita de la cooperación de todos y el amor por nuestras ciudades, países y planeta.
Genesis Cornelio